Cartas de los lectores No. 152

PREMIO NACIONAL DE POESÍA 2010, MINISTERIO DE CULTURA. Debido a que han llegado varias cartas críticas relativas al Premio Nacional de Poesía que le fuera entregado la semana pasada a la abogada bogotana de 28 años Martha Carolina Dávila, Con-Fabulación se permite publicar dos de sus poemas para que el lector se haga su propio criterio.  
Aquí la gacetilla de prensa que está difundiendo el Ministerio de Cultura referente al fallo: "Al premio se presentaron 249 obras provenientes de todo el país. El jurado, integrado por los escritores colombianos Ramón Eduardo CoteJuan Felipe Robledo y Jesús Elkin Restrepo Gallego, la mexicana María Baranda y el peruano Eduardo Chirinos, declaró ganadora la obra Como las catedrales, de Martha Carolina Dávila." “Es un libro que se destaca (sic) por su unidad, por la ficción que pone en juego y por la riqueza de su lenguaje. El tiempo interno de los poemas atrapan (sic) al lector por su densidad metafórica. Es una obra distinta dentro de la tradición lírica colombiana”.

(SIN TÍTULO)

Construyes un barco
un puerto
una casa.
En ninguno de los tres me esperas.


AQUÍ Y ALLÁ
Bien sé que el sol
es un astro omnipresente

pero estoy segura:

El día que espió en el puerto
la ruta que esa mano trazaba en mi espalda
los mantos de sal que visten el desierto
durmieron esperando que su brillo
los transformara en plata

***
LOS PÉSIMOS AMANTES. Queridos sátiros: Sea esta una forma de saludarlos con el deseo. Pronto nos conoceremos y, es hasta posible, que nos demos una deliciosa terapia carnal. En esta ocasión quiero plantear un enigma ardiente cual desenfrenado affaire: ¿es cierta la leyenda de que todos ustedes los escritores, son pésimos amantes, cornupetas profesionales, insulsos contrincantes anti eróticos, impotentongos la mayoría, y que son unos novios harto majaderos y unos concubinos predecibles, amanerados y postizos? ¿Es verdad que sus poemas y cuentos, reportajes y dramas, son el paliativo de una mansedumbre digna de evocar eunucos? ¿Es verdad que hacen versos porque algo les falla en las manos? Ojalá esta sea solamente una pérfida y legendaria blasfemia. Menos versitos y más acción en las manos y en el sagrado instrumento. Con Rita Jiménez –patética, adorable, amiguísima y ultra-cursi poeta bogotana- y Daniela Manganelli, “poetriz” argentina creadora de volcánicos panfletos y obscenos ejercicios de estilo y, ni más ni menos, que una espléndida golfa ilustrada, estamos yendo a hurtadillas a los Shows Culturales del Gimnasio Moderno para ver si salimos de dudas… Se trata de una tarea de alto espionaje que, esperamos, arroje impredecibles conclusiones. Nosotras pensamos investigar a fondo la verdad de tan apasionante asunto. Pues bien, allí en el Gimnasio nos encanta la presencia del siempre guapo Gonzalo Mallarino Flórez, y nos simpatiza y asombra en extremo la gestión vitalicia de Federico Días-Granados, el niño bonito de la cocina literaria bogotana. Un beso malicioso para cada uno de ellos. Y un abrazo más que estrecho para ustedes. Ya veremos quién es quién. Narda Fiory.

***
Al mensaje de Adriana Murillo enviado a Con-Fabulación quisiera corregir lo siguiente: Las Señoras Pilar Smith de Caracol y Clara Elvira Ospina de RCN, expelen por igual: frivolidad. Tiene más profundidad un corcho; a la Diva Ospina la veo haciendo comentarios epidérmicos de libros (solapada de solapa) todos los Viernes en RCN o cerrando el Hay Festival en Cartagena de Indias también en formato teleaditivo (y telabusivo). Hay un aire en ambas de estrellita con lentejuelas. La crítica de los confabulados a la Feria del Libro me pareció excelente... Me aburrí decorosamente en ese evento ambiguo. Gracias por la condición de ácratas en medio de tanto contraprestación servilista. Henry Posada

***
SOBRE LOS TALLERES. (dedicado a mi querida amiga Alix Amaya). No entiendo el nihilismo sin argumentos contra las academias, contra los talleres de literatura, contra la institucionalidad de la Ilustración. Obviamente las críticas sobre cualquiera de estas instancias no sólo son valederas sino necesarias, pero es también apenas obvia la necesidad de ese diálogo crítico como esencia misma de la modernidad y de su horizonte ilustrado, su negación-construcción permanente es inherente al discurso ilustrado. Es muy paradójico que quienes usualmente parecieran enarbolar las banderas de la libertad, del amor y del arte, terminen como muchos postmodernos dando la vuelta y posicionados en escenarios neoconservadores e incluso con tintes de nihilismo barato y con el peligro de bordear los escenarios del fascismo. ¿Qué es un taller de literatura? Cuánta diferencia hay entre tantos grandes maestros en el camino de la vida, de las universidades, de los bares, de la casas de los amigos; de las casas ambulantes primero en las revistas, luego en los medios de comunicación y ahora de la Internet. Tal vez, verdaderos talleres, construyan lectores rigurosos, capaces de dar cuenta de tanto libro sin hervores, pululando en ferias del libro (esa es una tendencia mundial, por ello requiere un análisis más allá del chillido, se requiere de interrogantes trascendentes). Que viva la vida, la poesía y el arte en general! Pero primero la persona, primero el ser humano, quien en su maravilla ya es poesía natural. No necesitan ser poetas para merecer mi respeto. Si los poetas no son hombres íntegros, propiciarán las mismas dudas de Platón en la República... Enrique Ferrer-Corredor, escritor residente en Estados Unidos.