Cartas de los lectores No. 132

LA POESÍA Y EL BOLERO. Estimados amigos, siempre agradecido por el envío de Confabulación. Me sorprenden las declaraciones sobre poesía de Sergio Ramírez, un escritor tan brillante por lo demás. Si lo que él afirma, "las letras de los boleros deberían estar en las mejores antologías de la poesía latinoamericana", fuera cierto, entonces habría que empezar a sacar de esa antología a Ercilla, Sor Juana, Silva, Darío, Vallejo, Neruda, Mutis, Rojas... y a unos cientos más, que nunca podrían alcanzar la "belleza poética" de Agustín Lara o "Los panchos". A los norteamericanos nunca se les ocurrió poner a Bob Dylan al lado de William Carlos Williams, así como los franceses y belgas no piensan que Charles Aznavour pueda ir de la mano de Henri Michaux. No pretendo decir que no sea muy agradable ir con la amada a bailar un buen bolero, pero eso de que las letras que allí se escuchen sean poesía, es muy duro para gente como Dante o Shakespeare, para no decir cómo lo vería Góngora, con su ojo de Polifemo. Con ustedes siempre, Armando Romero
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¡GRACIAS QUERIDO BACO! El texto del poeta José Luis Díaz-Granados nos coloca frente a un cáliz que a muchos tienta, seduce y desboca y los hace decir: "Gracias, querido Baco, porque mi vocación concuerda con la tuya"… y enseguida, en ángulo agudo, los brindis. A otros como yo nos toca decir: Aparta de mí este cáliz, querido Dios, no sea que por exceso, un tras pies, y me reciban los dientes del abismo. Pero reconozco que un tramo más allá del aperitivo genera una tonalidad medicinal, armoniosa y casi siempre inspiradora. Hoy, en medio de amigos comedidos porque saben que el buen comer y el buen beber es una virtud aristotélica –nada de extremos colindantes con el vicio– me solazo con el vino que limpia las arterias y produce milagros digestivos. No siento nostalgias de las bebidas refinadas y equilibradas de Germán Villamizar (tiempo atrás muy vinómano, ahora anda en un plantón por razones muy frugales), Fabio Jurado (muy pluralista, como lo demostró una noche en Cartagena de Indias, en casa de su apreciada alumna Olguita Villegas (q.e.d.), Gustavo Tatis Guerra (sólo whisky, pero a veces evoca su iniciación con "agua licorosa de Sahagún"). Argemiro Menco Mendoza, poeta y catedrático colombiano
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DISCRIMINACIÓN EN PREMIO LITERARIOS. No entendemos por qué el 99 % de los certámenes literarios que convoca España exigen enviar 5 copias de los originales, ponen un límite exagerado de páginas y como si fuera poco impiden que se puedan enviar las obras impresas por las dos caras. ¿No estamos padeciendo una discriminación económica los habitantes de Latinoamérica pues los precios de los correos como todo el mundo sabe son exagerados? ¿No deberían ajustarse todas las convocatorias a un método virtual para que sean más democráticas y no contribuir a la tala de árboles?  Aura Buitrago, poeta desconcursada.
R: Estamos de acuerdo. Es increíble que en una era virtual como la nuestra aún exijan enviar aún cinco o siete copias impresas y que además en los certámenes impongan el límite de 500 o 700 versos cuando la poesía hace más de cien años campea en prosa.
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FRAU NOEMÍ. Queridos míos: como mujer en ejercicio de todas sus herramientas, dadora de inteligencia y placer, instrumento de los llamados del mundo, me siento ofendida ante la campaña publicitaria de la siempre cambiante politiquera Frau Noemí Sanín, principalmente por
el hecho ridículo de promocionar su extraño devocionario con el discurso estéril de que es una dama sonriente y no un ceñudo caballero, de los que han infestado con sus yerros la atormentada Casa
de Nariño. ¿Es acaso Frau Noemí una representante idónea de lo que somos, queremos, soñamos y simbolizamos las mujeres? Para nada y, más bien, todo lo contrario. Ella encarna grandes vicios y falencias masculinas, como el oportunismo, la socarronería, el Medioevo temperamental, la traición y el paternalismo, disfraz de las causas más obscenas. Si alguna vez inauguramos el mandato femenino, queremos que sea con una ilustre ideóloga que entienda, afronte y manipule la realidad con la íntima y cósmica percepción que nos fue donada, y que, pese a quienes lo ponen en duda, corona y exulta el cromatismo de la vida, que muestre un caleidoscopio donde el tacto, la transparencia de la seducción y el donaire erótico, y no esté calco de la caverna machista. Frau Nohemí está desertificada para hablar en nombre de nosotras, las apasionadas, las genuinas, las imprescindibles mujeres. Con un beso y mil caricias, Narda Fiory.

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LA TETRALOGÍA DE LA DECENCIA. Resultan aterradores los niveles de inseguridad a que hemos llegado hoy en día, ya que, se institucionalizaron los atracos a mano armada en las busetas, el sistema Transmilenio y a un funcionario panelista, en pleno foro sobre la “seguridad”, hasta le robaron el computador personal frente a sus narices y nadie se enteró. Las causas, por supuesto que son el “pleno-desempleo” rampante que vivimos como consecuencia de las genialidades del gobierno, pero por sobre todo, por el grado de lumpenización moral de la sociedad colombiana en su conjunto. Claro, si desde las más altas esferas del gobierno se instituyó el delito y en especial el “raponazo-financiero-administrativo” en razón a que ya “ostentamos” “ministro-raponero-agrario” y que al igual que Noemí, nos salió “transfuga-chaquetero-profesional”, guiados ambos personajillos por su olfato de viles oportunistas, sumado a lo anterior, el nuevo “Frente Nacional” no declarado en donde liberales y conservadores se reparten el puesto y el presupuesto antes de elecciones, yo me pregunto; ¿con qué autoridad moral se le instruye al pueblo a efectos que se abstenga de robar, matar, mentir, traicionar, espiar, prevaricar y otros tantos desafueros destapados en el presente gobierno?, esto es, en-el-non-plus-ultra-de-la-crema-inata-de-éste-mal-tratado-país? Por lo anterior, solicito muy respetuosamente a Con-Fabulación se convoque por dicho medio virtual a una convocatoria de “simpatizantes-por-la-tetralogía-de-la-decencia”, en torno a apoyar la candidatura presidencial de Antanas Mockus y su “Triunvirato-Supremo” de Peñalosa, Garzón y Fajardo, como “Gesto-de-indignación-suprema”. Atentamente, Conde-Arboleda, “El-Ocioso-Aristocrático”