Por Amparo Osorio
La Bibliodiversidad es la ampliación del espectro cultural aplicado al mundo del libro; como eco de la biodiversidad, se refiere al coexistir de la diferencia de las producciones editoriales que se ofrecen a los lectores.
Aunque los grandes grupos editoriales contribuyen debido a su producción masiva de libros a una cierta oferta editorial, la Bibliodiversidad está íntimamente ligada a la producción de los editores independientes.
La libertad de expresión de estos últimos los convierte en los garantes de la pluralidad y de la difusión de las ideas.
El libro debería ser un bien público, los editores independientes invitamos a las comunidades a convertirse en los actores y defensores de esta diversidad cultural. En la actualidad, la Bibliodiversidad corre peligro por la sobreproducción y la concentración financiera del mundo editorial, que favorece la dominación de unos pocos grandes grupos editoriales y la búsqueda de rentabilidades elevadas.
Los editores independientes padecen intensamente los efectos de la globalización económica y la estandarización de los contenidos. La lógica puramente financiera empuja el mundo editorial hacia una mercantilización incompatible con la creación y la difusión de bienes culturales.
Se puede atribuir la invención del término «Bibliodiversidad» a editores chilenos, cuando se creó el colectivo «Editores Independientes de Chile» a finales de los años noventa. La Alianza de los Editores Independientes ha contribuido considerablemente a la difusión y promoción de ese término en varias lenguas.
El Día B
El “Día Internacional de la Bibliodiversidad”, al que en adelante nos referiremos como El Día B se celebrará en distintos países el 21 de septiembre de cada año, a partir de 2010.
Hemos elegido este día por motivos simbólicos: es el día de la primavera en el Hemisferio Sur, estación que evoca épocas templadas, variedad, contraste de colores, vigor, florecimiento, reverdecimiento, transición, amor, perfume, el anuncio de lo nuevo.